Hoy por ti, mañana por mi...
Hoy por ti, mañana por mi... La película "Cadena de favores" nos enseña y hace que reflexionemos sobre varias cosas. Primero, creer en nosotros mismos nos lleva a grandes cosas. Si creemos en nosotros mismos y en nuestra capacidad para no solo hacer el bien sino también generar el deseo en los demás de hacerlo, no existirán rincones a los que el amor y la solidaridad no lleguen. Segundo, no hay acción que no conlleve a una reacción. Pequeñas o grandes, las acciones hechas con bondad y amor, repercutirán en los demás para bien; acciones de odio, tendrán consecuencias de odio. Por último, no existe la palabra "límites". Debemos dejar de frenarnos con el pensamiento de que solo los importantes empresarios y las personas con poder adquisitivo, pueden ayudar y hacer del mundo un lugar mejor. Nosotros, "los del común" también podemos contribuir a ese ideal desde lo que somos y desde nuestro entorno. No esperemos a ser "grandes", millonarios...