El Líder al servicio de los demás
El Líder al servicio de los demás
"El pesimista se queja del viento. El optimista espera que cambie. El líder arregla las velas". John Maxwell
Cuando nos preguntan por esta palabra
con L y su significado, la mayoría de las personas
tendemos a idealizar dicha palabra y lo que esta abarca. Nos desvivimos
recitando adjetivos dignos de antiguas poesías sobre héroes valerosos y
heroínas que dejaron atrás su "papel de damisela en apuros". Sin
embargo, ser líder es algo real, no es solo de personajes de historias
fantasiosas, es un arte palpable, de mortales, de seres humanos con errores y
aciertos, con valores.
Pensemos en lo que convierte a
una persona en un verdadero líder y lo que ser líder significa. Un líder está
compuesto por experiencias y por valores que incluyen servicio, amor y
compromiso. Nadie nace siendo líder ni tampoco es una característica que “aparezca”
de la noche a la mañana. Es algo que se aprende y se desarrolla con esfuerzo y
trabajo duro, germina y crece en una persona que ha aprendido que el servicio a
los demás es el camino al éxito.
Pocos entienden eso, han crecido con la
falsa idea de que un líder es un grandulón con aura tenebrosa que inspira
miedo y desespero, alguien que aterroriza y hace trabajar a los demás, igual que
esclavos, para cumplir sus metas egoístas a punta de gritos y amenazas. Un líder
no es nada de eso, no debe inspirar miedo sino respeto y confianza, las
personas lo siguen porque creen en él y en sus capacidades, actúan por decisión
propia no por miedo a las consecuencias que genere no seguirlo. No es egoísta
ni cobarde, mantiene siempre en su mente a los que lo rodean, desea lo mejor
para ellos y se esfuerza para sacar sus proyectos, los de todos, adelante. El
verdadero líder no tiene esclavos, tiene compañeros, sus iguales, que trabajan
con él no para él.
Una de las funciones más importantes que
cumple un líder es la responsabilidad de inspirar a más individuos a convertirse
en líderes como él. Su ideal es sacar lo mejor de cada persona guiándolos a su
máximo potencial. Los líderes odian la mediocridad, no quieren personas sin
cerebro que no chisten por absolutamente nada, quieren en su equipo individuos que
aporten en las diferentes decisiones que se lleven a cabo, desean propuestas y
opiniones, aman la diversidad y la participación activa. Para ello, otorgan confianza,
poder y amor. Y no el cliché que todos creemos que es amor, no, les enseñan y
trasmiten amor real, por lo que hacen, por los que lo rodean y por sí mismos.
En Colombia, sí hay líderes. No es algo único
de los conocidos países potencia que vemos tan lejanos a nuestra realidad. Son
esas personas que trabajan por su comunidad, que han dejado de lado el miedo y
las excusas y se han convertido en voz para aquellos que han sido callados. Sí,
esos líderes que son asesinados a diario. Ellos son la muestra más fehaciente de
que somos nuestro propio límite tanto para nosotros como para ayudar a los
demás. ¿Y? ¿Qué piensas ahora? ¿te convertirás en líder?.
Referencias:
Marínez, Horacio. (2010). Liderazgo responsable. Recuperado de https://bdbiblioteca.universidadean.edu.co:2091/lib/bibliotecaeansp/reader.action?docID=3197730&query=Horacio+Mart%C3%ADnez
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